2.6 Ajustes y reclasificaciones
Ajustes y reclasificaciones
En ocasiones, dentro de una auditoría financiera, los auditores piden realizar una reclasificación contable o un ajuste contable a las empresas tras revisar sus cuentas. Pero ¿por qué causas solicitaría esto un auditor?... Para responder la pregunta, primero tenemos que empezar por diferenciar, que son los ajustes y reclasificaciones contables.
Reclasificación contable
Esta es necesaria cuando el saldo final de dichas cuentas no representa su naturaleza, por lo que debe ser reclasificada a una cuenta que sí corresponda para evitar los saldos negativos. Es decir, que el saldo de la cuenta a reclasificar se traslade a otra, de tal forma que la presentación de los estados financieros y la información contable sean lo más adecuada posible y sin errores. No implican un efecto en los resultados, sino que tan solo suponen un traslado de una cuenta a otra cuando estas sean de activo, pasivo o patrimonio.
Un ejemplo de esto, podría ser el caso en el que, al revisar la contabilidad, detectemos que tenemos deudas a largo plazo a las que tendremos que hacer frente en el ejercicio siguiente. En este caso, habrá que reclasificar dichas deudas como deudas a corto plazo indicando única y exclusivamente la cuantía que tengamos que abonar en dicho ejercicio.
Ajuste contable
Implica el reconocimiento de hechos económicos que generan cambios en los resultados. Es decir, mientras que las reclasificaciones no afectan a los resultados, los ajustes contables sí. Se trata, por tanto, de un asiento contable que se propone para corregir la contabilidad y que dará lugar a modificaciones de pasivo y/o activo o, incluso, de las cuentas de resultados.
Entonces, en resumen, tenemos que los ajustes contables es que implican operaciones modificativas, frente a las reclasificaciones contables que implican operaciones puramente permutativas (de intercambio).
Para comprender de mejor manera estos conceptos te sugerimos visualizar este video:
- Errores: derivado de selecciones equivocadas de cuentas y aplicaciones de valores incorrectos. Esto puede provocar que algunas cuentas presenten valores que no les corresponden (sobrevaloraciones o subvaloraciones) y que tendremos que subsanar.
- Desactualización: hay momentos en los que los saldos están desactualizados por diversos motivos y que al detectarse deben solucionarse. Ejemplo de estos momentos pueden ser rentas que no han podido ser liquidadas en el período establecido, gastos que se han pagado de manera anticipada o que se van a efectuar con retraso, y en el caso de existencia de cuentas incobrables.
- Omisión: esta causa se produce cuando hay una falta de registro de las operaciones efectuadas, de modo que no aparecen en el sistema contable. Esta situación provocará que las cuentas presenten saldos incompletos.
- Uso indebido: hay ocasiones en las que se presentan desfases (faltantes) entre la presencia física de los recursos y los saldos contables, que puede deberse a abusos o excesos de confianza en las estadías de dinero o bienes, entre otras cosas.
En todos los anteriores casos, será necesario recurrir a un ajuste o reclasificación contable para que todo quede en orden y correctamente reflejado en los balances y cuentas de la empresa.

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